martes, 24 de marzo de 2020

Un género muy simbólico: las Naturalezas Muertas

En el siglo XVII, en los albores del Barroco, se popularizó un género pictórico novedoso: El Bodegón, también conocido como Naturaleza Muerta.  

Se trata de un modelo compositivo en el que se representan, como protagonistas de la obra y no como accesorios,  tanto elementos naturales fuera de su entorno: animales, flores, plantas, frutas, hortalizas, conchas... ya cazados o recolectados,  como elementos elaborados por el ser humano: vajillas, cuberterías, jarrones, libros, antigüedades, espejos, joyas, telas, instrumentos musicales, monedas... en un espacio determinado. 

Esta rama de las artes plásticas se sirve normalmente del diseño, el cromatismo y la iluminación para producir un efecto de serenidad, bienestar y armonía. Así, desde el XVII, encontramos bodegones "tenebristas" si hay un foco de luz intensa destacando un elemento concreto, dando lugar a una escena muy drámatica o teatralizada, o bodegones "clasicistas", más amables, donde la luz es uniforme y los colores más bien claros, con azules y rojos acompasados.

Los bodegones o Naturalezas Muertas no funcionaban como un simple catálogo o expositor de cosas o seres más o menos bellas o apetecibles, sino que a menudo, contenían un simbolismo religioso y alegórico en relación con los objetos que representaban:
En los bodegones más exuberantes, generalmente realizados en los Países Bajos, en el Norte de Europa, eran signo de prosperidad económica, de abundancia, de vida pletórica. 
En los bodegones más sobrios, generalmente realizados en la España del siglo de oro, son reflejo de austeridad y contención, de un catolicismo místico, de fe intensa, de recogimiento. En todos los casos, representan la generosidad de Dios.

En ocasiones, estas Naturalezas Muertas protagonizan una obra de una manera sutil, apareciendo un despliegue de cosas mundanas al lado de un hombre pensativo o durmiente, o un esqueleto: esta variante se conoce como Vanitas y buscan recordar lo efímero de la existencia, la inminencia de una muerte que todo lo iguala, la vanidad sin sentido del ser humano. En ese caso, los elementos naturales suelen presentarse maduros o pudríendose, y los elementos manufacturados, poco brillantes, deteriorados. 

Otras veces, estos Bodegones funcionan como entretenimiento, con variados elementos desplegándose ante con jóvenes mujeres, dando lugar a la alegoría de los Cinco Sentidos: vista, oido, olfato, tacto y gusto, capacidades de deleite característicamente humanas. 


Algunos bodegones modernos rompen la barrera bidimensional y emplean técnicas mixtas tridimensionales, usando asimismo objetos encontrados, fotos, vídeos o sonidos. 

¿Quieres hacer tu propio bodegón o Naturaleza Muerta?

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