lunes, 23 de marzo de 2020

Maite Profe: Arquitectura del Barroco en Italia - XVII -XVIII-

Características generales
El Barroco aportó un tratamiento anticlásico y antirracional a los elementos constructivos y decorativos clásicos, planteando los nuevos edificios como grandes esculturas, destinados a ser  vehículos de persuasión y de propaganda del poder. Éstos se caracterizaron por:
  • El gusto por las formas curvas en las plantas: ovales, elípticas…, y en los alzados, con fachadas o paramentos con alternancia de formas cóncavas y convexas.
  • Se acrecienta la sensación de movimiento y los efectos de claroscuro y de relieve gracias al orden ondulante en los entablamentos, orden gigante en las columnas, muchas veces helicoidales o salomónicas, órdenes tradicionales enriquecidos con elementos exuberantes y fantásticos, y elementos decorativos que producen resaltes o hundimientos en el paramento: volutas, aletas, óculos, nichos, frontones rotos… 
  • Como cubierta se usará la bóveda de cañón o las cúpulas semiesféricas, ovaladas, elípticas. Si son cubiertas planas parecerán bóvedas de casetones o, cada vez más a menudo, cielos abiertos con personajes sagrados o mitológicos, pintados con efecto de trampantojo (engaño del ojo).
  • Este ilusionismo o efectismo se aprecia en otros aspectos como en los materiales, que pocas veces son lo que parecen: madera convertida en mármol, yeso convertido en oro,…
  • La unicidad espacial y el dramatismo arquitectónico se consolida con el uso preciso y violento de la luz que crea pronunciados claroscuros o contrastes entre zonas oscuras y otras especialmente luminosas, sirviendo de guía a la mirada y al espíritu.
  • Las dos tipologías barrocas serán la iglesia contrarreformista inspirada en Il Gesú, y los palacios reales, símbolos del absolutismo.
  • El espacio urbano en el que se enmarcan la mayoría de las construcciones será un espacio renovado y teatral, a base de escenografías espectaculares, cuyos ejes principales serán las grandes avenidas que unen plazas o jardines con edificios simbólicos, obeliscos o fuentes monumentales. Ejemplo máximo será Roma, convertida en Caput Mundi (1585).
Principales autores y obras:
  • CARLO MADERNO (1556-1629) fue el primer arquitecto que mostró en sus edificios rasgos barrocos, evolucionados de la fachada referencial de todo el barroco italiano: Il Gesú. Esto se aprecia sobre todo en la monumental FACHADA DE SAN PEDRO DEL VATICANO, basílica concluida más de un siglo después su proyecto original (1607-1612).   Aunque imperfecta, la fachada cumple las expectativas de Trento: se convierte en un cartel propagandístico que refleja la magnificencia y universalidad de la Iglesia católica.
  • GIAN LORENZO BERNINI (1598-1680): Nacido en Nápoles, hijo de escultor, desarrolló su carrera casi por completo en Roma. Protegido, preferido, de los Papas, es el artista barroco por excelencia, y trabajó también para el rey Luis XIV. Su talento se evidencia con su concepción contenida del espacio barroco, entre impactante, acogedor y escenográfico, con interiores donde la luz resbala por el paramento y con exteriores curvilíneos, llenos de homenajes al mundo clásico. Entre sus obras destaca: LA PLAZA DE SAN PEDRO DEL VATICANO, LA CÁTEDRA Y EL BALDAQUINO DE SAN PEDRO, SAN ANDRÉS DEL QUIRINAL, PALACIO CHIGI ODELCASCHI.
  • FRANCESCO BORROMINI (1599-1667). El otro gran autor del Barroco italiano, nació en Milán y trabajó en Roma desde 1620. Sus primeras actuaciones fueron en el Vaticano bajo las órdenes primero de Maderno y luego de Bernini con quien mantuvo una intensa y permanente confrontación personal y estética que marcará su carrera. Así, fue vetado para trabajar en la ciudad papal y su talento quedó invisibilizado por tener que realizar edificios para órdenes religiosas más modestas, lo que no le permitió usar materiales de primera calidad ni hacer grandes construcciones. Desde el punto de vista formal, y frente a la contención de Bernini, Borromini jugó con la arquitectura, concebida como una escultura orgánica de fuerzas de tensión y dinamismo, donde los muros se modelan con curvas y contracurvas, y se llenan de elementos inventados con novedosos efectos lumínicos, dinámicos e impactantes. Entre sus obras destaca: IGLESIA DE SAN CARLOS DE LAS CUATRO FUENTES, SANT´IVO DELLA SAPIENZA, SANTA INÉS EN PLAZA NAVONNA.

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