lunes, 23 de marzo de 2020

Maite Profe: Panorama general del Arte Barroco - XVII-XVIII-

·    El BARROCO, término despectivo usado en el XVIII para designar algo irregular, raro y devaluado, es un movimiento cultural que se desarrolla en la Europa y en España durante el siglo XVII y buena parte del XVIII, hasta 1760.

·   Durante este tiempo triunfan en un continente dividido por la fe, dos grandes entidades: el Papado de Roma y las Monarquías Absolutas, entre ellas las de Francia y España.
-     El Papado de Roma intenta retomar las riendas religiosas tras el triunfo del protestantismo, con movimiento de reacción conocido como Contrarreforma, nacido del Concilio de Trento (1545-1563).  El Papado reafirmará el dogma católico, el culto a Virgen y Santos, la preeminencia de las altas jerarquías, la necesidad de formar al clero en seminarios y sobre todo, subrayará el poder supremo del Papa, respaldado por una nueva orden religiosa: la Compañía de Jesús.
-    La Monarquía Absoluta va más allá del autoritarismo del XVI, con reyes que ejercen un dominio omnipotente sobre su reino, sin que ninguna institución o grupo social limite sus iniciativas. Su concentración de poderes está legitimado por el origen divino de su autoridad, por lo que no considera que deba rendir cuentas a los humanos. Este poder incontestable tendrá en la Francia de Luis XIV su máxima expresión, aunque también se implantará en España, coincidiendo con el reinado de los Austrias menores y la llegada de los Borbones al poder, tras la Guerra de Sucesión. 

·    Durante el Barroco, la cultura y las manifestaciones artísticas se pondrán al servicio del poder religioso exaltado y del poder político absoluto, convirtiéndose en un vehículo de expresión perfecto para persuadir, promover o propagar el renovado rigor religioso o la autoridad política incontestable. Se trata de consolidar y dar a conocer su inmenso poder y gloria. Así el arte barroco será más que nunca el arte de la persuasión, de la promoción o de la propaganda.

·    Todo ello en un contexto vital de crisis demográfica, económica y social, ocasionadas por continuas guerras, hambrunas y epidemias, y de un extraordinario fervor religioso, rayano en la superstición. De modo que la mentalidad del XVII estará marcada por el pesimismo, la angustia, el fanatismo y la preocupación por la muerte, por una visión catastrofista de la vida entendida como algo efímero y azaroso, aspectos que también se apreciarán en una estética, la Barroca, dramática, efectista y aparatosa.

·   En las naciones del norte de Europa, donde había triunfado la Reforma y donde la burguesía tenía un importante papel político-social, como Holanda, se aprovechó este arte tan impactante para mostrar la vida y labores cotidianas de los burgueses, desde una perspectiva no menos propagandística, pero sí más agradable y vital.

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