"El fascismo es una ideología totalitaria y antidemocrática. Entre los rasgos comunes del fascismo se encuentra la exaltación de valores como la patria o la raza para mantener permanentemente movilizadas a las masas, lo que ha llevado con frecuencia a la opresión de minorías (como judíos y gitanos) y un fuerte militarismo que se enfrenta a un amenazante e incansable enemigo exterior. Los fascistas suelen esconderse bajo mantos de populismo y emplean iguales recursos para seducir o reducir a la población y hacerse del poder político."
El escritor y semiólogo Umberto Eco trazó las 14 claves del fascismo en una conferencia del 25 de abril de 1995, en el aniversario de la insurrección general de Italia del Norte contra el Nazismo y la liberación de Europa en 1945. El texto se publicó en The New York Review of Books. Estas son las 14 claves:
1. Culto de la tradición y a las raíces, de los saberes arcaicos, de la revelación recibida en el alba de la historia humana. Interés supersticioso por los jeroglíficos, por las runas celtas, por los textos sagrados, por el espíritu religioso... todo reinterpretado como un eterno inalterable.
2. Rechazo del modernismo, de las ideas ilustradas. La Ilustración, la edad de la Razón, se ven como el principio de la depravación moderna: una ruina moral. En este sentido, el fascismo puede definirse como irracionalismo, antiliberalismo, reaccionario y conservador.
3. Culto de la acción por la acción. Pensar es una forma de castración. Hay que actuar, impulsivamente. La idea de movimiento es principal. La reflexión y la cultura son sospechosas en la medida en que se las identifica con actitudes críticas.
4. Rechazo del pensamiento crítico. El espíritu crítico opera distinciones y distinguir es señal de modernidad. Para el fascismo, el desacuerdo es traición, cobardía, un lastre.
5. Miedo a la diferencia. El primer llamamiento de un movimiento fascista es contra los intrusos. El fascismo es, pues, racista por definición. Además apela a la unidad natural de la nación, a la existencia de un solo cuerpo social, por ello aborrece la distinción de clases y la lucha de clases característicamente obrera, frente a la que ofrece corporativismo.
6. Llamamiento a las clases medias frustradas. En nuestra época el fascismo encontrará su público en esta nueva mayoría que no encuentra respuesta a sus problemas en el sistema liberal democrático. Las elecciones son un mecanismo de presencia, una forma de darse a conocer, de hacerse notar, pero no su forma de llegar al poder.
7. Nacionalismo y xenofobia. Fuerte presencia de símbolos nacionales para reforzar una idea-fuerza: la Patria como entidad superior. Desprecio y odio al extranjero, al diferente, a la minoría, tradicionalmente judíos y gitanos.
8. Miedo al enemigo exterior, a las conspiraciones externas. Este enemigo viene generalmente del exterior, tanto de potencias extranjeras ajenas a la cultura occidental como de individuos llegados al país obligados por circunstancias socio-económicas.
9. Principio de guerra permanente, antipacifismo, fuerte militarismo, encuadramiento de la sociedad desde la infancia, uniformes: camisas negras, camisas pardas, lenguaje viril, vigilancia constante, estado de amenaza
10. Elitismo, proclamación de un líder. desprecio por los débiles, aporofobia: odio a los más pobres, a los improductivos, considerados parásitos sociales. Aboga por la preeminencia y liderazgo de los grupos económicamente poderosos, representados por una voz única, un líder visionario, con una misión.
11. Heroísmo, culto a la muerte. Morir por una causa, sentimiento de cruzada. Justificación de la violencia, forma de ser decidida, determinada, sacrificada.
12. Transferencia de la voluntad de poder a cuestiones sexuales. Machismo, odio al sexo no conformista. Transferencia del sexo al juego de las armas. Control de la sexualidad. Virilidad.
13. Populismo cualitativo, exaltación de la voluntad popular: oposición a los podridos gobiernos parlamentarios, antiliberalismo. Aborrece el sistema de partidos: antipartidista. Deslegitimación del Parlamento, de los valores y principios constitucionales, de las elecciones como modo de representatividad. Se valen de ello para hacerse presentes, pero apelan al tú a tú, a la voz del pueblo, a una voluntad abstracta que guía sus decisiones.
14. Neolengua. Todos los textos escolares y discursos fascistas se basan en un léxico pobre y en una sintaxis elemental, con la finalidad de limitar los instrumentos para el razonamiento complejo y crítico. Se usan palabras grandilocuentes, lemas esperanzadores, soluciones en blanco y negro. Cuando se acaba la dialéctica, comienza el lenguaje universal: el insulto, la violencia verbal como antecedente de la violencia física.
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